Resulta que vivimos engañados todo este tiempo, la piña no es lo que pensábamos.
La piña (ananas comosus) es originaria de Sudamérica y los Europeos la conocieron hasta que se descubrió América.
Es amarilla, dura por fuera y dulce adentro; lleva una corona verde y siempre está de pie. Su sabor es refrescante y agridulce, contiene bromelina que contribuye a la metabolización, también es diurética y ayuda a desintoxicarnos.
Sin embargo…
la piña no es una fruta.
En realidad es un conjunto de frutos pequeños.
La piña viene de una flor como todos los frutos. La planta de la piña tiene un tallo largo, de ahí salen varias flores de color violeta-rosa. Cuando ha sido polinizada, una baya nace de cada florecita.
Cada baya se fusiona con las otras dando forma al ovoide amarillento. Los sépalos del tallo se convierten en la pulpa jugosa y suave de la piña, el tallo se convierte en el «corazón» o centro durito y la flor original se transforma en la cubierta dura.
Así que ya sabes, la próxima estarás comiendo muchas mini-piñas que se hicieron una.
Una respuesta a “Te mintieron, la piña no es una fruta.”
No me la conteiner
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