La mañana era distinta,
el clima diferente,
incluso el atardecer.
Algo sabía,
era un sentimiento conocido,
mi cuerpo lo reconocía.
Algo se repetía.
There is a little secret about me,
it can’t be worst than my actions.
The secret is… I’m not perfect.
Tried and failed, over and over again.
I’m a suffering human being.
I’d rather be a flower, a cloud.
There is a little secret about me,
I really don’t wanna be me.
¿Es el silencio lo único que poseo? Supongo.
A veces hablo tanto sin decir nada,
digo todo, excepto lo que quiero.
Hablar es fácil, estar en silencio no.
La ausencia de sonido, el vacío, implica estar con uno mismo.
Nada más aterrador, enfrentar lo que eres -o no eres-.
¿Es acaso el silencio lo único que poseo? No.
Tengo boca, tengo ruido adentro.
En esta ciudad es delito llorar,
son las lágrimas arma contra la paz.
Gente corre de un lado a otro, aventándose entre sí, gritando mientras
el acoso, la violencia, los fallos del sistema.
Al final, un policía te dice que no puedes llorar.
¿Saben qué ocurre cuando se le impide llorar a alguien?
Exacto, se anuncia una muerte.
Me perdí unas veces, pero lloré todavía más.
Quise caminar sobre el fuego, buscando mi centro.
Cuando me encuentro, no hay nada.
Cuando no intento, descubro todo.
Solo quería matar, partir, golpear, destruir.
Necesitaba sacarlo, entonces comprendí, porque asesinan.
Me asusté. Me destruí para contenerme.
Volar es un verbo desgastado. Prefiero caminar, más que andar, prefiero la quietud, los ojos cerrados y la mente abierta. No quiero volar, quiero recostarme por siempre.
Una respuesta a “Nocturnos del pasado”
Hola! me gustó mucho tu blog.
Un saludo!
Me gustaMe gusta