- Mayor inspiración
- Menos tensión competitiva
- Tiempo para ti, que deriva en ideas
- Mejor organización de las actividades
- Impulso a crear como catarsis (liberarse de algún modo)
- Enriquecer tu mente
- Posibilidad de relajarse
- Aumenta el deseo de hacer cosas por el bien común
Abrazos a distancia #quédateencasa
Uno de los mayores beneficios que he experimentado mientras trabajo remotamente ha sido la muerte del ego.
Claro, una parte relacionada al ámbito profesional. Pensemos al ego como enemigo de las «grandes ideas», ¿por qué? nos hace pensar en función de ganar en lugar de crear para expresar.
Cuando estamos en la oficina, presentamos nuestras ideas ante las miradas silenciosas de los otros. Cierta inseguridad despierta, el cuerpo se pone en alerta, pero ¡bah!, es por la competencia, lo cual es peor.
Ojo, competir no es malo, cuando compites contra ti mismo lugar común, pero honesto.
No nos hagamos, cuando la propuesta de otro compañero es elegida sobre la nuestra, una parte de nuestro ego es golpeada, muchas veces repercutiendo en el proceso creativo individual.
¡Para nada es porque seamos terribles! El ego es algo muy humano, fuera de nuestro control, nos impulsa a competir por sobrevivir… sin hacer distinciones. Sin embargo, cuando trabajamos a distancia, la presión por «ganar», «destacar», «tener LA idea» y todas estas manifestaciones del ego se aplacan. No te enfrentas al escrutinio, los nervios se controlan al no ser observadx directamente, puedes desactivar tu cámara y detenerte a pensar…
Me tomé el atrevimiento de enlistar algunos de los aspectos positivos que he notado en mi desempeño como creativa durante esta cuarentena. ¿Qué opinan?