Apenas y puedo discernir entre lo real y la fantasía que se volvió mi estadía.
Sin querer, exploté en expectativas, me fui de casa a buscar la mía.
Empezó como un juego, creí que la cuarentena duraría 40 días… pero lleva ciento diez…
Mi cumpleaños fue un caos interno, una olla exprés que explotó por dentro, ¿cómo limpiarla? Sigo en esto.
Un día a la vez, una respiración…
Empiezo alimentando mi cuerpo de la manera más natural y consciente…
Planeo mis días… aunque no lo cumpla, pero agradezco todas las mañanas estar viva, tener a mamá y papá, mi hermano, mi abuela, mis tías, su salud, la mía, tener trabajo, tener vida.
Y ahora me muevo, en el bosque, bajo el sol con el viento a mi favor…
Abro mis sentidos a nuevos estímulos, me deshice de los géneros y las categorías, me muevo por deleite y apreciación.
Y cada atardecer miro por la ventana, pensando en lo que hay y la ausencia, no puedo con todo al mismo tiempo, tiempo…
Presos del tiempo, del dinero, ¿la libertad?
Tengo semanas donde me caigo, noto cada imperfección y anhelo otro corazón, otra alma… pero tengo una.
Un paso a la vez, un pestañeo por mirada.
La gente se irá, la lluvia y el sol vienen y van, el día y la noche transitan a su propio ritmo, ¿entonces qué estás haciendo contigo?
Una respuesta a “Día 110…”
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