uno finge estar bien, mandas emojis de risa y sonrisa, cuando en la realidad estás sin poder levantarte de la cama
y quieres aislarte de todos, huir… pero es imposible
querer no es poder, no se deje engañar, cuando uno se siente triste jamás puede hacer las cosas
este texto se quedó como borrador el 22 de septiembre, no sé por qué estaba triste, pero así es mi generación, cuando empiezas a ver las noticias, hablas con otros, miras otra persona desaparecida, sabes que cada segundo un animal está sufriendo, cuando todo eso bombardea, ¿qué se supone me motivaría a salir de la cama?
las redes sociales disfrazan todo con filtros de alegría, viajes, logros y salud mental, pero siempre hay cabida para hablar de las tragedias humanas, del contexto quebrándose
emociones, sentimientos, trastornos, padecimientos, insatisfacción y ficción, mucho para un grupo de adultos jóvenes cuyo esfuerzo es sobrevivir a la inmediatez inestable
pero, con todo y eso, hemos levantado más la voz por cambiar las cosas, no diré que estoy 100% orgullosa, pero sí confío algo cambiaremos