cuando el primer rayo de luz entra por la ventana,
miro a través de él, sintiendo que todo saldrá bien,
pasan los días y como la luz viaja, la oscuridad me abraza,
con ahínco me empeño en guardar los recuerdos,
apretar el paso hacia nuevos templos,
pero no cabe en mi cabeza,
tan absurda idea
antes de recostarme, miro mi sombra,
la luna brilla, ilumina, espléndida, serena,
pero sin el sol, no existe ese resplandor,
así como yo no puedo, vivir del reflejo de un amor