Sólo quieres tirarte y llorar, de la nada, aparentemente.
Tomas café, teniendo ansiedad, sabiendo lo mal que te pondrás, creyendo en su ayuda.
Quiero sentarme a escribir todo el día cómo me siento, sin ganas de hacer otras cosas.
¿De qué podría escribir ahora? ¿Estoy pasando por un episodio depresivo?
Me daría mucha vergüenza admitirlo, ¿qué derecho tengo de sentirme mal si lo tengo todo?
Pues, supongo que algo me falta, un neurotransmisor, algún nivel adecuado de cierta sustancia, ¿qué será?
Ahogarse en pensamientos una y otra vez.
Al menos ya no lo oculto, volví a ciertos vicios, ¿qué otra opción tengo si ya de todo he probado?
Siento que, nadie me querría, no por mucho tiempo, ¿quién desea estar con alguien cómo yo?
¿Qué está mal conmigo?
Puedo arruinar una tarde de domingo con la melancolía derrochada y las lágrimas encarriladas.
Puedo desaparecer mientras sufro en silencio, hundiéndome sin pedir ayuda.