Cuando a los bebés les comienzan a salir los dientes suelen llorar. Les duele, aunque para un adulto o incluso un niño con mayor entendimiento de su mundo le es normal tener dientes, el bebé no reconoce lo que sucede en su cuerpo. Solo está incómodo, no puede tocarse las encías, es más, probablemente no sabe de dónde viene ese dolor.
Bueno, esto nos deja una enseñanza tan obvia y tan fácil de olvidar: crecer duele. No, no es malo, es porque no sabemos de dónde viene ese dolor, la tristeza, la frustración, la decepción, o cualquiera de estas emociones que luchamos por evitar y encubrir con lo primero que se nos pone enfrente… o lo que el discurso cultural nos enseña.
Mi crecimiento ha sido, por demás, inconsistente. Sin embargo, una mañana desperté siendo completamente consciente de qué creencia inconsciente se manifestaba ante cierto detonador, ¿qué pasó? A diferencia de experiencias pasadas, donde tenía claro que pasaba, en esta excepcional ocasión supe qué hacer… nada. Dejé que pasará, la sentí, la entendí y decidí tomar un rumbo distinto.
¿Por qué hablo de esto? Bueno, no sé tus luchas, no sé cuánta culpa guardas o la intensidad de tu duelo, pero he escrito tanto sobre auto-sabotaje que imagino cómo el algoritmo te trajo aquí. Hasta diría sobre las veces que alejaste personas que amabas, las veces que cometiste un acto horrendo para reforzar la ilusoria idea de tu maldad interna. Hablo de esto porque no somos malas, malos, males ni su parte contraria. Solo existimos.
Es importante honrar el tiempo, porque solo su transición puede materializar tu trabajo interno. Hacer reflexiones importantes te da luz, ¿qué es una reflexión importante? Para mí es aquella mucho más neutral, donde puedes reconocer las emociones/sentimientos involucrados dentro del aspecto que analizas, pero eso no sesga tu conclusión, ya no hay ilusión, solo hechos.
Paso demasiadas horas dentro de mí, créeme, está bueno salir, no cubrir las ansiedades y el dolor con la lógica extremista, ni liberarlas como bomba, en conclusión, nada en exceso es bueno, pero te prometo que existen puntos medios, y digo puntos, porque el determinismo me abruma, prefiero creer que todo está en movimiento.